En una medida que marca un nuevo giro en la política migratoria y de seguridad nacional de Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, ha ordenado a todas las embajadas y consulados estadounidenses suspender de manera inmediata la programación de nuevas citas para la emisión de visados estudiantiles y de intercambio internacional, mientras se prepara una ampliación en los procesos de revisión de antecedentes, centrada especialmente en el análisis de redes sociales de los solicitantes.
La instrucción fue difundida en una directiva interna citada por Bloomberg, en la que Rubio indica que las secciones consulares deben abstenerse de otorgar nuevas citas hasta que se emitan nuevas directrices, lo que sugiere que se avecinan cambios estructurales en el proceso de obtención de visados para estudiantes y académicos extranjeros.
Leer más: Aguascalientes mantiene atractivo para la inversión pese a entorno global incierto
Un giro hacia el control digital de solicitantes
La decisión se da en el contexto de una estrategia más amplia impulsada por la Administración de Donald Trump, que ha puesto bajo la lupa a las universidades estadounidenses, especialmente en lo que respecta a expresiones políticas vinculadas a la causa palestina. Esta política responde, en parte, a las recientes protestas propalestinas en campus universitarios como Harvard, Columbia y UCLA, que señalaron funcionarios de alto nivel como focos de antisemitismo y radicalismo.
En este marco, medios nacionales ya habían reportado en abril que funcionarios estadounidenses recibieron órdenes de monitorear cuentas personales de redes sociales de algunos solicitantes de visado, como parte de una campaña para restringir el ingreso de personas supuestamente ligadas a movimientos considerados “extremistas” por el gobierno.
Harvard en la mira: Tensiones académicas y políticas
La orden de suspender visados ocurre pocos días después de un intento del gobierno de Trump por prohibir el ingreso de estudiantes extranjeros a la Universidad de Harvard, bajo el argumento de que esta institución habría tolerado conductas “proterroristas” relacionadas con manifestaciones a favor de Palestina.
Aunque un tribunal federal bloqueó temporalmente la medida, el caso generó alarma internacional y provocó críticas de defensores de derechos civiles y académicos, quienes advirtieron sobre una peligrosa instrumentalización de la política migratoria para controlar el pensamiento crítico en el ámbito universitario.
Reacciones y consecuencias potenciales
Organizaciones educativas, como la Asociación Estadounidense de Universidades (AAU), han expresado su preocupación por el impacto negativo que la prohibición de visados estudiantiles puede tener en la internacionalización de la educación superior en EE.UU., uno de los destinos más importantes del mundo para estudiantes extranjeros.
“La suspensión de visados y la revisión masiva de redes sociales envían un mensaje alarmante: que los estudiantes son tratados como amenazas antes que como aliados en el desarrollo del conocimiento y la innovación”, afirmó una portavoz de la AAU.
Además, expertos legales señalan que el escrutinio de redes sociales podría plantear problemas de privacidad y discriminación ideológica, en tanto que el criterio para revisar o denegar visados puede depender de publicaciones, comentarios o interacciones digitales que no constituyen necesariamente evidencia de conducta peligrosa.
Una medida que puede reconfigurar el panorama académico
Con esta decisión, la administración Trump refuerza su estrategia de vincular el control migratorio con la seguridad interna y el discurso político, lo que podría provocar una reducción significativa en la llegada de estudiantes extranjeros a Estados Unidos, así como tensiones diplomáticas con países cuyos ciudadanos se vean afectados.
Por el momento, se desconoce cuánto tiempo permanecerá vigente la suspensión de citas para visados estudiantiles, aunque todo indica que el Departamento de Estado está trabajando en una reestructuración profunda de sus políticas de admisión académica, con un enfoque centrado en la vigilancia digital como herramienta de evaluación migratoria.
