La política comercial del presidente Donald Trump volvió a sacudir los mercados globales este lunes, luego de anunciar que duplicará los aranceles a las importaciones de acero y aluminio hasta el 50%, en una nueva escalada en la guerra comercial que mantiene contra China y otras economías exportadoras.
El anuncio, realizado el viernes y con entrada en vigor programada para el 4 de junio, generó una reacción inmediata en los mercados: mientras los precios de los metales se disparaban en Estados Unidos, las acciones de siderúrgicas extranjeras se desplomaron, especialmente en Asia y Europa.
Trump justificó la medida acusando a China de incumplir un acuerdo bilateral para reducir aranceles mutuos y restricciones sobre minerales estratégicos, aunque el golpe ha tenido efectos colaterales mucho más amplios.
Suben metales, cae la confianza global
Los mercados de materias primas reaccionaron con brusquedad. El precio del aluminio en el mercado físico estadounidense subió un 54%, mientras que el acero laminado en caliente trepó un 7.4%. Incluso el cobre (metal clave para la construcción y la energía) alcanzó un máximo de dos meses en Estados Unidos, ampliando su diferencial con respecto a los precios de Londres.
Estas alzas reflejan tanto el temor a una interrupción en las cadenas de suministro globales como el incentivo para una mayor producción doméstica en EE.UU., algo que Trump ha promovido insistentemente durante su mandato.
Euforia en productores estadounidenses
En Wall Street, los fabricantes locales de acero y aluminio celebraron. Las acciones de compañías como Nucor, Cleveland-Cliffs y Steel Dynamics se dispararon entre un 11% y un 24% en las primeras horas de operación.
La industria estadounidense del aluminio, que desde hace años denuncia una avalancha de importaciones, aplaudió la medida. “Este aumento en los aranceles puede frenar el flujo excesivo de productos extranjeros que amenazan nuestra capacidad de competir y sostener empleos”, señalaron voceros del sector.
Caída en Asia y Europa: temor a desvíos y represalias
En contraste, la reacción en los mercados extranjeros fue de preocupación y retroceso. Corea del Sur, cuarto mayor exportador de acero a Estados Unidos, activó una reunión de emergencia con sus principales siderúrgicas, entre ellas POSCO y Hyundai Steel, cuyas acciones cayeron 3%. La surcoreana SeAH Steel se desplomó un 8%.
En Vietnam, las firmas Hoa Sen, Nam Kim Steel y Vietnam Steel Corp registraron caídas entre el 2.7% y el 3.4%.
En Alemania, el segundo mayor productor de acero del país, Salzgitter, advirtió sobre un impacto severo para la industria europea, que envía aproximadamente una quinta parte de sus exportaciones de acero fuera de la UE hacia Estados Unidos, según datos de la Asociación Alemana del Acero.
“El riesgo inmediato para Europa y otros mercados es que el comercio global se reacomode bruscamente y deje excedentes peligrosos en los países menos protegidos”, advirtió Bastian Synagowitz, analista de Deutsche Bank.
Escépticos ante la duración de los aranceles
Aunque el anuncio fue contundente, algunos analistas mostraron cautela sobre su aplicación total. “El historial del presidente Trump muestra que a veces recula o suaviza medidas iniciales. No sería raro que estos aranceles sean transitorios o renegociados parcialmente”, comentó Chelsea Ye, analista senior de McCloskey, firma especializada en metales.
La incertidumbre sobre el alcance y duración de los aranceles genera un clima de inseguridad en la industria global, que ya enfrenta tensiones geopolíticas, desaceleración en algunos sectores y presión por la transición energética.